La visita de Obama dejó con gusto a poco a los rambos.
Asentada un poco la polvareda podemos concluir, preliminarmente, sobre el asesinato de dos policías, las heridas a seis y el posterior ajusticiamiento del empresario Jorge Nolli Olivan.
Uno, está claro que nuestra policía está compuesta por aficionados. Bastó un profesional para eludir su control en tres oportunidades hiriendo a ocho funcionarios de investigaciones, dos de ellos de muerte.
Dos, son aficionados PORQUE EN CHILE NO EXISTE DELINCUENCIA DE VERDAD NI TERRORISMO.
Tres, por ende, los funcionarios abatidos, son víctimas de la falsa guerra en contra de la delincuencia que lleva más de 20 años y la guerra sucia, civil encubierta, antinsurgente de cuarenta años. Murieron hostigando a los ciudadanos, como es su costumbre, con la diferencia que esta vez no se trataba de uno indefenso, como suele suceder, y que termina acribillado o preso.
Cuatro, queda claro como la prensa y la policía actúan como un sólo bloque granítico, incapaz de ser debilitado o permeado por algún comentario antinstitucional. Los funcionarios de investigaciones que montaron de principio a fin los juicios contra mapuches, contra el ciudadano paquistaní Saif Khan, contra los 14 del 14, que dispararon contra los alumnos de la academia de humanismo cristiano.... ahora son mártires, más patriotas que O'higgins y Carrera juntos sólo por no usar chalecos antibalas.
Cinco, hoy han legalizado la persecución de un ciudadano en calidad de renegado y su posterior ajusticiamiento. Ni la policía, ni la prensa, actuaron como la constitución y la ley les exige cuando se persigue a un sospechoso. Realizaron una cacería, lo peor televisada, en que nadie se preocupó de otra cosa que se asegurarse que el "sospechoso" (culpado de antemano) no respirara nunca más.
Sexto, queda clara la incompetencia de la policía en sus labores legales y su diligencia a la hora de actuar fuera de la ley.
Séptimo, Una vez muerto Nolli comenzaron un Show persecutorio por toda la ciudad de Santiago en que muchos ciudadanos fueron detenidos ilegalmente, como ya es costumbre, y otros tantos hostigados y vejados. Los familiares del occiso deben estar siendo torturados en este momento, paradojalmente en la brigada de Derechos Humanos de la policía civil, y no creo que nadie se moleste o intervenga pues desde a mañana que todos dicen que este es un asunto personal entre los ratis y los roba cables.
Ese es el modo en que nuestras instituciones funcionen.
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