epígrafe

Ser marxista en el siglo XXI consiste en tratar de hacer lo que haría hoy Marx no copiar y pegar lo que él decía hace 150 años.

jueves, 4 de agosto de 2011

Mejor Guardar Silencio y Parecer Idiota que Abrir la Boca y Confirmar las Sospechas.


El feo Ubilla, el último grumete del Titanic.

Como Hinzpeter está muerto y nadie le ha avisado, así de solidarios son sus socios a la fuerza, tuvo que salir al ruedo un personaje que contrataron para dejarlo en la trastienda: El feo Ubilla.
Imaginé, cuando fue nombrado, que era un fascista, por algo lo pusieron ahí, pero luego de escucharlo, y lo peor, verlo, en el programa "última mirada" de Chilevisión se disiparon todas las sospechas.
Alguien dijo por ahí que un fascista es un conservador asustado. Si es así, el feo Ubilla está aterrorizado, es como si se hubiese mirado de súbito en el espejo.
Estaba exasperado porque Matias del Río, un facho de segunda mano, compartiera su odio contra la democracia y sus valores más profundos.
Cuando hablaba de "orden público" y el "principio de autoridad" parecía un tinterillo de un reyezuelo del medio oriente, ni se le pasó por la mente que vivimos en una era post revolución francesa. No sólo se ve como sino que además piensa de un modo antediluviano.
El gobierno se quedó sin nadie al punto de tener que sacar del sótano de la Moneda al feo Ubilla.
Hinzpeter es el auténtico mayoneso, el agitador por antonomasia. Adaptando la broma de Jorge Mera podríamos decir que más que un agente del MOSAD parece uno de la KGB, y más de una facción ultraizquierdista de la extinta agencia rusa: Nadie ha hecho tanto por la radicalización del movimiento que ese ciudadano israelí, opino que se le debe conceder la ciudadanía por gracia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario